DE CAMINO AL INFIERNO: ÉTICA Y ECONOMÍA DE LA SOCIEDAD CIVIL

Resumen

Organizaciones no gubernamentales, caridades y asociaciones civiles que proponen proveer salud, educación y otro servicios similares “éticamente profundos” sin el objeto de tener utilidad, se presentan a sí mismos ante el público como ejerciendo ciudadanía altruista. Sus gerenciales morales parecen impecables. Además, muchas cosas no son lo que aparentan ser, o lo que deberían ser, en lo que podríamos llamar “ciudadanía organizada”. El tenor principal de este artículo es que la teoría económica es capaz de lanzar una luz decisiva sobre qué puede ir mal y qué va mal detrás del velo de estas aparentemente benignas organizaciones. Tomando consejo de la escuela de elección pública en economía contemporánea, propongo un campo de investigación a ser llamado “elección cívica”, cuyo sujeto incluiría: 1) la estructura incentivo dentro de la ciudadanía organizada y sus consecuencias; 2) los múltiples caminos en que la ciudadanía organizada interactúa con los negocios y el gobierno, las consecuencias económicas de sus acciones y de las políticas a las que se dedica, especialmente cómo afectan a otras organizaciones “no cívicas” e indirectamente al público y también al proceso general de politización que con frecuencia induce; 3) el “cálculo de consentimiento” que cuenta para las políticas internas de las mismas organizaciones.

La economía contemporánea comenzó con el reconocimiento de “fallas de mercado”, aunque la correspondiente promoción exagerada tuvo que ceder camino a la realidad crecientemente aceptada de “falla de gobierno”. Tal vez es tiempo de admitir que también existe algo como “falla cívica”. Los tres sectores de la sociedad –negocios, gobierno y organizaciones civiles- son necesarios, pero todos son también imperfectos.