MODERNIZACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA MEXICANA: LÍMITES Y CONTRADICCIONES
Resumen
La estrategia de modernización del Estado mexicano, recoge las demandas y prioridades del mundo globalizado: eficiencia económica y modernización política; procesos que se han impulsado a distintas velocidades y sólo en ciertas instituciones públicas; aquellas que de manera directa se vinculan a la modernización de las estructuras económicas. En este artículo, queremos hacer algunas reflexiones en torno a la confrontación manifiesta entre la racionalidad económica, presente en la estrategia de modernización que se identifica con criterios de eficiencia y productividad, y la racionalidad con que funciona la administración pública desde su especificidad y dimensión política.
En el contexto de la globalización, el Estado mexicano se coloca como el promotor e impulsor del cambio modernizador y por tanto, se ve confrontado por un lado, con los contenidos y exigencias del impulso modernizador y por el otro, con los límites que te impone el sistema político y la institucionalidad de las prácticas políticas imperantes. En este nivel de observación, los operadores del cambio modernizador se enfrentan a dos racionalidades distintas: una racionalidad eficientista, propia del modelo de modernización y otra muy distinta, la racionalidad inherente al sistema político y sus prácticas políticas que sustentan al Estado mexicano con las características que le han dado vida en las últimas siete décadas